
El hecho es que.la falta de responsabilidad social de la Empresa, y la carencia del rol subsidiario del Estado y su omisión como ente regulador en una economía social de mercado generan graves conflictos sociales con su consiguiente inestabilidad política y económica.
Y es que las Empresas mineras han extraído la riqueza de la tierra y ha servido para engrosar índices macroeconómicos de desarrollo vertiginosamente y no se ha reflejado el progreso en aquellos pueblos de allí donde se las extrae o se explota los recursos.
Este hecho ha permitido que el Ministro de Vivienda en convenio con gobiernos locales y provinciales de la Región Cajamarca firme compromisos de inversión por un monto de sesenta millones de soles para no seguir omitiendo ese rol subsidiario del Estado y su rol regulador; y palien en parte el conflicto social.
Esa falta de la presencia del Estado en su rol regulador es la que se siente en el Distrito de Casa Grande, donde el grupo Gloria que gerencia Casa Grande obtiene de la explotación de la caña de azúcar el engrosamiento de los índices de producción y crecimiento vertiginoso, que la población no siente en su misma medida, sobre todo si este año sus trabajadores han recibido menos monto de utilidades que el pasado año electoral. ¿Será por eso?
Esa falta de responsabilidad social de la Empresa Casa Grande que genera grandes descontentos como el alcance de un convenio ilegal y abusivo a la Municipalidad de Casa Grande a cambio del pago de impuestos, la omisión concertada en el pago de tributos e impuestos, catorce millones no pagados durante la gestión edil anterior y todos los mecanismos por evitar pagar los actuales tributos, las construcciones sin licencia, la declaración indebida de predios, los abusos laborales, la contratación vía service para labores permanentes;, y la utilización inescrupulosa de bienes públicos para evitarse el pago de impuestos; etc, generan un caldo de cultivo de conflictos sociales que es necesario frenar.
Se hace urgente y necesaria la intervención del Estado como ente regulador por que el Poder del Oligopolio hace sentir la presión sobre el pueblo y no conviene más conflictos sociales de los que ya se vive en el resto del País.
Porque además la paz y la justicia social, es consecuencia de la responsabilidad social empresarial, de la actuación subsidiaria del Estado, de la no omisión como ente regulador a través de los órganos que tiene pero que no actúan; y de una sociedad civil que sin llegar al conflicto pueda participar como ente concertador de la solución de las exigencias sociales por justicia.
Creemos en la Empresa y en la inversión privada pero dentro del respeto irrestricto de los derechos sociales y laborales, con un amplio sentido de responsabilidad social que haga de la Empresa Casa Grande que gerencia Gloria un agente de estratégico de desarrollo social y no de abuso y atropello.
El Alcalde de Casa Grande Sr Alejandro Navarro Fernández al ponerse firme ante las exigencias que reclama el pueblo, y no permitir un Convenio ilegal, al exigir el pago de los tributos al Grupo Gloria que gerencia Casa Grande ha otorgado la confianza al pueblo que lo eligió y con eso un gran paliativo al descontento popular.
Si bien es cierto que no se busca un Estado interventor sí se requiere un Estado regulador y subsidiario; y el hecho significativo que Casa Grande opte dos gestiones consecutivas por el gobierno nacionalista, es porque esa regulación la viene pidiendo desde la gestión anterior. Las autoridades del gobierno central deben escuchar.