Lo que digo y me ratifico es que, Hoy más que nunca unido a nuestro Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Cardenal del Perú, y para todos los católicos por peruanos Primado de la Iglesia del Perú, no importa si Lima está dividida en cuatro jurisdicciones y la suya efectivamente es pequeña como para que los católicos convencidos de golpes diarios en el pecho y comuniones en sus sacros templos que dicen comulgar todos los días, estén tratando de restar la verdadera importancia que para la sociedad peruana en su conjunto tiene el Cardenal.
No señora, no hay derecho.
No necesitamos bula papal los ciudadanos de a pie y sin tribuna que Usted tiene para sentir que es nuestro cardenal.
Tiene demasiados enemigos nuestro Cardenal como para que católicos convencidos de su fe y practicantes de la misma fe estén haciendo colas en el empedrado y fortalecer a los que se dedican a destruir no solo honras; sino principios doctrinales.
Basta leer su twitter y ver como lanza a los pajaritos de la discordia en lugar de por lo menos guardar prudente silencio que sobre todo la comprensión manda por caridad, de la que es emblema.
El articulo SENTIDO PRIMAVERAL DE NUESTRA HISTORIA, tiene un contenido de alta valía centrado en el Magisterio de la Iglesia, y el Cardenal hasta la saciedad reconoció el error en su Carta que envío al Comercio-; no solo eso sino como Lucidez ha recogido bien ha pedido las disculpas del caso, y efectivamente hay que tener grandeza de espíritu.
Basta leer los twitter para darnos cuenta que efectivamente falta esa grandeza
Los que se creen dueños de la verdad absoluta, son absolutamente intolerantes, tanta lucidez que blokea a todo aquél que no piensa o no comulga con su línea.
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