En una catequesis tan actual como hace veinte siglos, nuestro Señor Jesús explicaba a sus discípulos una verdad absoluta que la humanidad ha ido entendiendo aún más con el paso de los siglos. El verdadero mal social no es sino la suma de los males que "sale del corazón del hombre"; ahí está el origen de la mentira, del odio, de la intolerancia, del mal en sì mismo.
Asì conminaba a sus discípulos a observar su yo interior, seria y profundamente, los conocía no sólo desde los gestos; sino también desde que empezaban a hablar, por que la "boca habla lo que abunda en el corazón". Y convencido que la existencia humana nos lleva a andar y apreciar aquellos que tienen afinidad hacia nosotros tenía muy en cuenta con quien andábamos, por que allí donde están tus tesoros esta tu corazón; y la versión popular de este sabio pensamiento dirá "dime con quién andas y te diré quién eres".
Esa necesidad interior por ser mejor es inherente a la existencia del hombre, y si miramos esa exigencia nos daremos cuenta que es una respuesta constante a esa ley espiritual que el Creador ha previsto en cada uno de sus hijos:"Sed perfectos como vuestro Padre celestial perfecto es".
El mundo natural por leyes materiales solo se mejora a sì mismo y desde siglos eternos viene mejorando las condiciones hasta no solo ser habitable sino casi paradisíaco.
Y la vida para el hombre es una continua invitación para mejorar. La psicología hablara de la madurez psicológica y el asertivismo.
Cuando el Papa Francisco dispone abrir 24 HORAS las parroquias a la Confesión, nos invita a revisar nuestro interior y a extraer de una vez y para siempre esas cargas pesadas que acumulamos en la vida personal, y es necesario dejarlas en la confesión a los pies de Cristo.
Así el Papa Francisco no quiere sino llevar a la lucha frontal contra todo mal social desde el corazón del hombre mismo, origen de todos los descaminos.
No se trata de luchar contra el mal social,para que la sociedad cambie, ello se habrá logrado en gran medida si cada quien lucha en su interior contra sus propios males.
Revela Francisco como el fundador de su Orden
También nosotros los laicos tenemos nuestra tarea: en segundo lugar convocando a nuestros amigos para no dejar pasar por alto este año de la gracia y sigamos al Pastor que es Cristo mismo que nos llama a la Reconciliación, y en primer lugar saliendo de nuestro yo y yendo también a confesar en la parroquia allí donde nos encontremos a reparar la humanidad misma en la nuestra. Es tiempo de gracia, es tiempo en que el llamado que hiciera a San Francisco de Asìs, hace 800 años "Francisco reconstruye mi Iglesia" hoy lo realiza el Papa Francisco como Caput, Cabeza del Cuerpo Místico de Cristo.
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