Celebramos y felicitamos a la mujer justamente en su razón de serlo. La sociedad es un conjunto de relaciones interpersonales donde el rol de la mujer se entendió en forma diferente a como hoy se entiende.
Y en la recuperación de sus derechos, y en la necesidad de defenderse de la violencia familiar en que muchas todavía viven, se estableció un día internacional de la mujer para que todos, desde todos los medios reflexionemos sobre la dignidad de la mujer en cuanto mujer.
Nos queda mucho por entender cómo la mujer que da a luz a hombres y mujeres, y es la que educa a hombres y mujeres por lo menos los primeros años, y todo nacido tiene una por madre destinado a tener una por esposa, y madre de los hijos, pueden erigirse hombres que desconozcan o atenten contra esa dignidad magnificante de la dimensión social, biológica y familiar de la mujer. Y es que no solo los hombres hemos de reflexionar sobre la dignidad de la mujer si no sobre todo la mujer misma para re.afirmar, reconfirmar, y reestructurar el rol de sí misma frente a todos las dimensiones sociales que le toca desempeñar por el bien de todos y del bien común mismo
SI "DIOS" FUERA MUJER
Por: Mario Benedetti
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
Ver el poema recitado en video por Mario Benedetti en:
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