…LAS PATINADAS DE UN PRESIDENTE
La historia nos dice que FRANCISCO MORALES BERMUDEZ dio el golpe de estado a don Juan Velasco Alvarado, trillando aquella frase que era el que iba a revolucionar la reforma implantada por su antecesor, abriendo así la segunda fase de la dictadura de entonces, siguiendo con el modelo Velasquista de seudo izquierda socialista que las izquierdas de entonces acuñaban en el mundo político, profundizó la Reforma Agraria minimizando el tope hasta donde SE podía expropiar. La vieja izquierda hoy derrotada por el neoliberalismo, la empresa privada y el libre mercado regulado por la competencia.
El Alanismo en su primer gobierno aquél del terrorismo auspiciado por la HIPER INFLACION y el narcotrafico, que intentó profundizar las reformas estatistas radicales al implantar la fallida estatización de la Banca, los Mercados del Pueblo, que trató de socializar el mercado con políticas controlistas (leche enci, arroz, pan integral, etc.), retrogradas, e intervencionistas, es el mismo gobierno que ahora nos muestra después de décadas el índice mas alto de inflación, y el índice mas alto de terrorismo de esos que ya no se veían EN ESTOS ULTIMOS AÑOS.
Es el Alanismo que defiende contra toda norma constitucional a viejos y agoreros dictadores, va contra la Justicia Supranacional que ya exigía la condena a Pinochet en Chile, y que permitió la extradición de Alberto Fujimori, al opinar desmesuradamente contra los requerimientos de la Justicia internacional. Gruesa patinada de un ejecutivo que no respeta la propia jerarquía del Estado que establece que el Poder Judicial no es su campo, y en el que su Presidente del Poder Judicial, -lo decimos sonriendo- el Dr Tavara no dice nada. Nos referimos al caso ya trastocado de OPERACION CONDOR, en el que si bien al parecer Morales Bermudez no es impune, si esta vez patinó nuestro Presidente al adelantar opinión que además no le corresponde, por la investidura de tal, dijo populistamente "NO VAMOS A PERMITIR..."
Lo que no debería permitir Alan, es que el Ejecutivo se entrometa en cuestionas propias del Poder Judicial; lo que no debería permitir Alan es que suban los índices de inflación que justo en su gobierno se esta mostrado los mas altos; y a decir de los especialistas nos espera todavía meses de alza en los precios del mercado; lo que no debería permitir Alan, es que el terrorismo del que no habíamos escuchado mucho tiempo, nuevamente tenga en sus malditos créditos vidas de policías , niños huérfanas, y dignos compratriotas muertos decenas ya en lo que va de su gobierno allá en la alta Serranía.
Lo que no debería permitir Alan es que la redistribución de la riqueza del Perú de hoy sea ineficiente; hoy que nos toco crecer económicamente por diversas variables. Lo que debería de permitir es que La política de la redistribución de la riqueza se profundice y regularice empezando por el Perú Profundo allá el de los marginados. Allá donde la democracia solo llega con deberes pero no con derechos, a los desposeídos del sistema, en donde justamente crecen compatriotas mamando protestas por el abandono, respirando azufre de amargura por las inclemencias de su tiempo y espacio.
La historia nos dice que FRANCISCO MORALES BERMUDEZ dio el golpe de estado a don Juan Velasco Alvarado, trillando aquella frase que era el que iba a revolucionar la reforma implantada por su antecesor, abriendo así la segunda fase de la dictadura de entonces, siguiendo con el modelo Velasquista de seudo izquierda socialista que las izquierdas de entonces acuñaban en el mundo político, profundizó la Reforma Agraria minimizando el tope hasta donde SE podía expropiar. La vieja izquierda hoy derrotada por el neoliberalismo, la empresa privada y el libre mercado regulado por la competencia.
El Alanismo en su primer gobierno aquél del terrorismo auspiciado por la HIPER INFLACION y el narcotrafico, que intentó profundizar las reformas estatistas radicales al implantar la fallida estatización de la Banca, los Mercados del Pueblo, que trató de socializar el mercado con políticas controlistas (leche enci, arroz, pan integral, etc.), retrogradas, e intervencionistas, es el mismo gobierno que ahora nos muestra después de décadas el índice mas alto de inflación, y el índice mas alto de terrorismo de esos que ya no se veían EN ESTOS ULTIMOS AÑOS.
Es el Alanismo que defiende contra toda norma constitucional a viejos y agoreros dictadores, va contra la Justicia Supranacional que ya exigía la condena a Pinochet en Chile, y que permitió la extradición de Alberto Fujimori, al opinar desmesuradamente contra los requerimientos de la Justicia internacional. Gruesa patinada de un ejecutivo que no respeta la propia jerarquía del Estado que establece que el Poder Judicial no es su campo, y en el que su Presidente del Poder Judicial, -lo decimos sonriendo- el Dr Tavara no dice nada. Nos referimos al caso ya trastocado de OPERACION CONDOR, en el que si bien al parecer Morales Bermudez no es impune, si esta vez patinó nuestro Presidente al adelantar opinión que además no le corresponde, por la investidura de tal, dijo populistamente "NO VAMOS A PERMITIR..."
Lo que no debería permitir Alan, es que el Ejecutivo se entrometa en cuestionas propias del Poder Judicial; lo que no debería permitir Alan es que suban los índices de inflación que justo en su gobierno se esta mostrado los mas altos; y a decir de los especialistas nos espera todavía meses de alza en los precios del mercado; lo que no debería permitir Alan, es que el terrorismo del que no habíamos escuchado mucho tiempo, nuevamente tenga en sus malditos créditos vidas de policías , niños huérfanas, y dignos compratriotas muertos decenas ya en lo que va de su gobierno allá en la alta Serranía.
Lo que no debería permitir Alan es que la redistribución de la riqueza del Perú de hoy sea ineficiente; hoy que nos toco crecer económicamente por diversas variables. Lo que debería de permitir es que La política de la redistribución de la riqueza se profundice y regularice empezando por el Perú Profundo allá el de los marginados. Allá donde la democracia solo llega con deberes pero no con derechos, a los desposeídos del sistema, en donde justamente crecen compatriotas mamando protestas por el abandono, respirando azufre de amargura por las inclemencias de su tiempo y espacio.
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