80 años de aquel 2 de octubre
Hace ochenta años, un joven sacerdote recibía de Dios una luz. Vio, mientras rezaba en su cuarto, a miles de hombres y mujeres buscando en las ocupaciones de la Tierra el camino al Cielo. Era el 2 de octubre de 1928. Sepa más sobre esta fecha. http://www.opusdei.es/
Hoy por mi parte quiería dar este pequeño testimonio.Hace ochenta años, un joven sacerdote recibía de Dios una luz. Vio, mientras rezaba en su cuarto, a miles de hombres y mujeres buscando en las ocupaciones de la Tierra el camino al Cielo. Era el 2 de octubre de 1928. Sepa más sobre esta fecha. http://www.opusdei.es/
Corría por el año 1988, habia salido recientemente del Colegio "Casa Grande", me econtraba ya por Lima, y estando en Miraflores, precisamente en la Casa Olivos- donde trabajaba temporalmente-,una Casa Comercial frente al Miraflores Cesar Hotel, entre la Av La Paz y Cantuarias, conocí a una mujer excepcional, vestida de negro por que había perdido a su esposo, doña Leonor García que desbordaba una entrañable alegría, en medio de una apacible mirada llevaba un bebe en el coche; mientras escogía una tela negra de la que requeria nada mas que tres metros y medio.
Imprudente en mi mocedad, pregunte por que ¿tanta tela?, -yo y mis preguntas-; pero ella se dio tiempo para responder mirandome con ternunra y cariño como si se tratara de mi propia madre: "es para mi hijo, -me dijo-, que es sacerdote" pronto será su Cumpleaños. Brisabamos los primeros días de marzo.
Yo encantado por la respuesta y lo profundo de sus palabras que parecia me hablaba a mi interior; y habiendo viviendo una familia que por lo menos tenia terror a la idea de ser sacerdote, le pregunté: ¿Y qué se siente ser mamá de un sacerdote?. Ella con más atención que para la primera respuesta y con una mirada penetrante me dijo: "Soy la mujer más feliz del mundo".
Salió con una sonrisa, con una amabilidad que nunca olvidaré.
Pasaron dos dias de ese encuentro y llamaron a la tienda, eran casi las cuatro de la tarde y me anunciaron que esa era una llamada telefónica para mi. Era el 13 de marzo y Ricardo García, el hijo Sacerdote de doña Leonor, sin conocerme, me hablaba por el hilo telefónico invitandome a su casa el CLUB SAETA que quedaba por la av El Bosque. Era el 13 de marzo y el dia de su cumpleaños, ahora entiendo que fue su mamá la que le habló de mí, nunca supe qué le dijo pero lo cierto es que me llamó.
Sin más tomé un taxi que me condujo hasta allí, era aquella un casa de agradable estancia, estaban muchos jóvenes alli, de mi edad y más jóvenes, me llevó a la parte principal de la Casa que después supe que se llamaba Oratorio, y me presentó al Dueño de la Casa: el Santísimo Sacramento del Altar, acogedo, con ese silencio que habla tanto, hice la genuflexión como por repetición pero cargado de emoción, empezaba a entender el motivo fundamental de esa alegría desbordante de sus hijos.
Una alegría que no se concibe en medio de la Ciudad silenciosa y bulliciosa como Lima, en la que hayan tantas almas que busquen a Dios en medio del mundo y sin salirse del mundo y amando al mundo, contradictorio me pareció al principio, teniendo en cuenta el cosumismo, el hedonismo que respira la ciudad, el materialismo como fin y la competitividad salvaje, años después lo entendería, ahora con mi esposa y tres hijos...nunca supe que era el OPUS DEI, ni me llamo la atención el término sino muchos años después cuando encontré una revista en el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo en Chiclayo, que referia un artículo respecto que Monseñor Cipriani era cabeza visible del Opus Dei en el Perú. Pregunté que es el Opus Dei, y sin más me di cuenta que es todo lo que hasta alli habia vivido. de quien siempre supe era San Josemaría y san Josemaría solo nos propone en ese rato de silencio en oración, meditaciónes y retiros la vida, tu vida cara a Dios y cara a los Hombres. Asi que, el término me pasó por muchos años desapercibido.
Que, "¿Qué es Opus Dei?", eso lo describe mejor Dominique Le torneu que tiene un Libro que se titula así. Pero para mi es esa mujer de mirada cariñosa que me condujo a su Hijo Ricardo García que hoy es OBISPO DE LA PRELATURA DE YAUYOS, y gracias a quien dí mi primera comunión. El Opus Dei para mí es aquél joven sacerdote alegre y feliz que me dio una certera catequesis, me ofreció el libro "Camino" que me abrió un panorama nuevo ante la vida. Que me enseña cada día amar el mundo y mi profesión, a mi familia a la Iglesia y un entrañable cariño por el Papa.
A patir de alli, de ese dichoso encuentro, solo hubo luces que iluminan la vida como luces en la Ciudad. Luces que a veces eran fogatas cálidas como cuando conocí a Juan Luis Cipriani Thorne, en ese tiempo Obispo Auxiliar de Ayacucho de cuyas manos recibí el Sacramento de la Confirmación en la Catedral de Ayacucho.
El Opus Dei, "La Obra de Dios", que asi significa en español solo me enseñó a vivir con libertad, con la libertad de los hijos de Dios.
Ahora, en mi Oficina, frente a mi escritorio de abogado y además profesor de religión en un colegio, tengo la foto de quien es el instrumento eficaz en las manos de Dios, San Josemaría Escrivá de Balaguer, y no se me ocurre otra cosa que agradecer a Dios, por la Fundación del Opus Dei que justo hoy dos de octubre hace OCHENTA AÑOS se fundara para bien de tantas almas en el mundo entero, y gracias a Dios de la mía. Pero que se entienda que soy simplemente un devoto, un hijo de San Jasemaría. El Padre, San Josemaría, que nos enseñó a complicarnos la vida y a buscar la santificación en medio del mundo y en medio de los que haceres ordinarios de cada quien.
¿EL MENSAJE DEL OPUS DEI?.- Leanlo Ustedes mismos, en el portal oficial http://www.opusdei.org.pe/
2008/10/02
“El trabajo es camino de santificación”
La conversión es cosa de un instante. -La santificación es obra de toda la vida. (Camino, 285)El Opus Dei se propone promover entre personas de todas las clases de la sociedad el deseo de la perfección cristiana en medio del mundo. Es decir, el Opus Dei pretende ayudar a las personas que viven en el mundo –al hombre corriente, al hombre de la calle–, a llevar una vida plenamente cristiana, sin modificar su modo normal de vida, ni su trabajo ordinario, ni sus ilusiones y afanes.Por eso, en frase que escribí hace ya muchos años, se puede decir que el Opus Dei es viejo como el Evangelio y como el Evangelio nuevo. Es recordar a los cristianos las palabras maravillosas que se leen en el Génesis: que Dios creó al hombre para que trabajara. Nos hemos fijado en el ejemplo de Cristo, que se pasó la casi totalidad de su vida terrena trabajando como un artesano en una aldea. El trabajo no es sólo uno de los más altos de los valores humanos y medio con el que los hombres deben contribuir al progreso de la sociedad: es también camino de santificación. (...) El Opus Dei es una organización internacional de laicos, a la que pertenecen también sacerdotes seculares (una exigua minoría en comparación con el total de socios). Sus miembros son personas que viven en el mundo, en el que ejercen su profesión u oficio. Al acudir al Opus Dei no lo hacen para abandonar ese trabajo, sino al contrario buscando una ayuda espiritual con el fin de santificar su trabajo ordinario, convirtiéndolo también en medio para santificarse o para ayudar a los demás a santificarse. No cambian de estado –siguen siendo solteros, casados, viudos o sacerdotes–, sino que procuran servir a Dios y a los demás hombres dentro de su propio estado. Al Opus Dei no le interesan ni votos ni promesas, lo que pide de sus socios es que, en medio de las deficiencias y errores propios de toda vida humana, se esfuercen por practicar las virtudes humanas y cristianas, sabiéndose hijos de Dios. (Conversaciones, 24) http://www.opusdei.org.pe/art.php?p=18208
“El trabajo es camino de santificación”
La conversión es cosa de un instante. -La santificación es obra de toda la vida. (Camino, 285)El Opus Dei se propone promover entre personas de todas las clases de la sociedad el deseo de la perfección cristiana en medio del mundo. Es decir, el Opus Dei pretende ayudar a las personas que viven en el mundo –al hombre corriente, al hombre de la calle–, a llevar una vida plenamente cristiana, sin modificar su modo normal de vida, ni su trabajo ordinario, ni sus ilusiones y afanes.Por eso, en frase que escribí hace ya muchos años, se puede decir que el Opus Dei es viejo como el Evangelio y como el Evangelio nuevo. Es recordar a los cristianos las palabras maravillosas que se leen en el Génesis: que Dios creó al hombre para que trabajara. Nos hemos fijado en el ejemplo de Cristo, que se pasó la casi totalidad de su vida terrena trabajando como un artesano en una aldea. El trabajo no es sólo uno de los más altos de los valores humanos y medio con el que los hombres deben contribuir al progreso de la sociedad: es también camino de santificación. (...) El Opus Dei es una organización internacional de laicos, a la que pertenecen también sacerdotes seculares (una exigua minoría en comparación con el total de socios). Sus miembros son personas que viven en el mundo, en el que ejercen su profesión u oficio. Al acudir al Opus Dei no lo hacen para abandonar ese trabajo, sino al contrario buscando una ayuda espiritual con el fin de santificar su trabajo ordinario, convirtiéndolo también en medio para santificarse o para ayudar a los demás a santificarse. No cambian de estado –siguen siendo solteros, casados, viudos o sacerdotes–, sino que procuran servir a Dios y a los demás hombres dentro de su propio estado. Al Opus Dei no le interesan ni votos ni promesas, lo que pide de sus socios es que, en medio de las deficiencias y errores propios de toda vida humana, se esfuercen por practicar las virtudes humanas y cristianas, sabiéndose hijos de Dios. (Conversaciones, 24) http://www.opusdei.org.pe/art.php?p=18208
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