Paseaba por las calles de la Ciudad y donde quiera que vayamos, miles de personas saliendo de distintas instituciones publicas y privadas educativas celebrando el día de la Madre; fluyan las rosas rojas para miles de madres, aquéllas que se han quedado en el recuerdo en el Cementerio, para aquellas que nos esperan en el hogar, para aquellas que en su ancianidad nos esperan postradas en su lecho.
Para aquéllas que jóvenes abrazan a sus hijos con la fuerza de la juventud.
Y es que al margen de que efectivamente es una fecha preestablecida que raya entre lo comercial, que favorece el cosumismo; recordamos y celebramos la VIDA.
La Vida que transmite la Madre, gracias a quien vivimos y existimos en este mundo.
Vida que nace, y crece en su vientre y cuida en su regazo, con la fuerza de la lucha por la vida y en la vida.
La Madre máxmimo símbolo del amor, forjafora del hogar, solidez de la familia, educadora de humanidad.
A ella rendimos homenaje en éste día, a cada una de ellas, un grato y cordial saludo.
SALUDOS EN FRGMENTOS: